Vamos ha hablar de los diferentes tipos de personas que suelen coger el Cercanías cual currito yendo al tajo a eso de las 7:00 de la mañana, y es que yo no me paro de sorprender porque vamos a ver… todo somos personas normales, con sus vidas, inquietudes, problemas y demás ¿verdad? pues…yo creo que hay gente a la que contratan para que haga bulto dentro de los vagones porque siempre, repito, siempre, te encuentras los mismo estereotipos, hablemos de los más comunes:
– Sujeto dormido apoyado en la ventana: el más fácil de encontrar, suele ser grande y usa camisa y pantalón, no se separa un ápice para dejarte pasar y le importa un comino si está ocupando medio sitio tuyo con tal de que no le perturves su sueño, estos sujetos llevan un chip incorporado en la cabeza que les avisa en el momento de bajarse del vagón, lo estoy estudiando pero creo que les da pequeñas descargas eléctricas en el momento de la parada ya que jamás, se pasan de largo por muy profundo que sea su sueño.
– Señora cuarentona con compañeras de trabajo: estas señoras fundamentalmente tienen tres temas de conversación, quejas del marido, quejas del trabajo y el imperativo sobre todos los demas el «YO». Sienten la necesidad de contar sus aventuras, y desventuras siempre con ellas de protagonistas, las palabras que más usan estos sujetos son: «yo» y «a mi».
– Adolescente rebelde sin dinero para auriculares: los más típicos y faciles de identificar, nos daremos cuenta de que estamos cerca de ellos cuando estemos escuchando constantemente canciones de reggaeton o a veces en el género femenino de Lady Gaga, los pobres son estudiantes que no pueden pagarse unos auriculares y por esto se sienten con la necesidad de deleitar al vagón con su música, siempre sin ánimo de lucro porsupuesto! no hay mas que mirar la forma en que miran a los demás para demostrar que no quieren que les agradezcamos nada.
– Inmigrantes borrachos: Si, le pese a quien le pese, esto es una realidad como un templo, y no decir que estos sujetos existen sería como negar que el cielo es azul. Estos «seres» suelen ir apestando a alcohol a 2 metros de distancia, eso en el mejor de los casos porque la mayoría de las veces otros olores (no muy agradables) se superponen creando una cóctel molotov para nuestro querído sentido del olfato. Aparte de tener esta característica tan peculiar se pueden distinguir por otros factores como el de no separar los ojos del escote de la chica que esté a su lado, no sabemos aún como se las apañan pero siempre tienen una chica al lado xD.
Y la guinda del pastel se lo lleva mi preferido:
–Abuelas empujonas: Nos os dejeis engañar por su aspecto de fragilidad, estas adorables abuelitas tienen la costumbre de esperar en el anden a que llegue el tren y una vez se abren las puertas se trasforman en toros en plenos San Fermines preparadas para dar la estocada a cualquiera que se interponga entre ella y el objetivo: el asiento. Son duras, fuertes, gruñonas y muy, muy peligrosas sus codos son como hastas preparadas a empitonar a cualquier incauto que se cruce en su camino (tengo dos moratones que lo demuestran).
Así que amigos, si alguna vez os cruzais con alguna abuelita lo mejor que podeis hacer es apartaros, sino saldréis heridos o lo que es peor, os mirarán mal por no ceder el asiento a una pobre abuela (que puede correr los 100m lisos para ir a por el asiento pero luego no puede mantenerse en pie ¿….?)
Estos son los principales personajes que podemos encontrar en el trasporte público, hay muchas más subclases pero siempre supeditadas a estas cinco, los reyes por autonomasia.